sábado, 14 de abril de 2012

Reseña de "Spanish fiction in the digital age" de Christine Henseler

Spanish fiction in the digital age
Generation X remixed
Christine Henseler
Palgrave Macmillan, NY 2011

Se trata de un ensayo académico exhaustivo de la literatura española de los últimos 20 años. Quizá lo más interesante para un lector español es que la autora es una profesora universitaria estadounidense. Su mirada, desprovista de prejuicios y estigmas locales, ajena al ambiente académico español, ajena quizá también a sus defectos y virtudes, o al día a día de la crítica literaria de los suplementos, revistas y periódicos impresos, y tal vez al ambiente que crea Internet (redes sociales incluidas) y sobre todo, interesada por lo que sería una literatura extranjera contemporánea, leída en su lengua original, crea una expectativa mayor, por responder a la pregunta: “¿cómo se verá la literatura española actual desde la universidad estadounidense?”

            Seguidamente nos preguntamos: ¿pero de quién es esa mirada? ¿Qué le interesa? Lo que nos puede dar una idea fidedigna de esto son los títulos de sus publicaciones, todas en su página web, destacan los artículos: “Oda a la basura: La poética de Agustín Fernández Mallo” (2011), o “Rocking around Ray Loriga’s Heroes: Video Clip literature and the Televisual Subject” (2007), o “Unframing female authorship/Uncovering Lucía Etxebarría” (2006). Entre sus proyectos figura uno titulado “Virtual Interview with Jorge Carrión regarding his book Teleshakespeare” y entre sus libros, el próximo en salir es Generation X Goes Global: Mapping a Youth Culture in Motion y el anterior al que nos ocupa es Contemporary Spanish Women’s Narrative and the Publishing Industry (2003). Los títulos pues revelan un interés en la relación que establece la literatura con los medios. De hecho lo primero que se destaca en el curriculum de Henseler es “a BSJ in Advertising” y luego “a B.A and a M.A. in Spanish” y un “PhD. in Hispanic Literature” en la prestigiosa Universidad de Cornell. Así pues los medios, Internet, la tecnología y su influencia en la mentalidad y creación de los escritores, marca una diferencia sustancial con buena parte de la crítica española, reticente desde los inicios del fenómeno en los años 90 a ocuparse del tema y en contables casos recientes muy amiga de menospreciarlo. Al inicio del libro Henseler dice: “The goal of this book is to unravel some of the theoretical abstractions that have driven scholarship on Spanish Generation X narrative.” Uno, para no ver “la generación X” como una categoría estática o social, dos, para verla como un fenómeno que evoluciona y donde la “X” sirve de blanco para innovar y expandir paradigmas estéticos, y para hacer una investigación sobre “media and digital studies”. Por ejemplo: “How do media inform GenX narrative structures and styles?”  El analisis pormenorizado de los cambios producidos en España a nivel económico y lo que ello significó en la vida doméstica durante los años ochenta es muy interesante, más que nada por la brecha que abre entre una generación y la precedente.  Un dato: “Altough not broadcasting until 1959, and despite tight political control, the television found its way into 70 percent of homes by 1974. By 1986, Spain’s audience was the highest in Europe after Great Britain.”

            Lo que Henseler denomina Generación X –término que otros teóricos utilizaron exclusivamente para los años 90- es algo que ha ido evolucionando y que abarca los años 1990-2010. Una primera avanzadilla la personificarían José Ángel Mañas, Ray Loriga y Gabriela Bustelo, una figura intermedia sería Gabi Martinez y un paradigma de esa segunda generación sería Agustín Fernández Mallo. Cabe destacar que en el análisis Henseler subraya constantemente la importancia del ambiente cultural y de la relación de la literatura con otras artes. Por ejemplo, ve que el incremento del tema de la violencia en la literatura se da tanto en Mañas como en el cine de Aménabar o Álex de la Iglesia. Lo extremo también sería un modo de acercar lo literario a las artes marginales, como en el caso de Golpes: ficciones de la crueldad social, antología de Eloy Fernandez Porta y Vicente Muñoz Álvarez.  La importancia de fenómenos culturales como la movida, el punk, el grunge, MTV y los videoclips, ocupan muchas páginas, de hecho hay un destacado en el que Fernández Porta ejemplifica lo “poppy” literariamente en la era AfterPop. Dicho artículo se publicó en esta revista en el número 26: “Retórica y punk en el relato contemporáneo” (http://www.barcelonareview.com/26/s_efp.htm). Me pareció anecdótico el párrafo que Henseler transcribe de la reseña de Ignacio Echevarría sobre Heroes de Ray Loriga: “en el campo de la joven narrativa española, Ray Loriga es, hoy por hoy, una estrella de roncanrol” ( ) “De tanto pretenderlo este libro parece casi un disco”.  Qué lástima que no conozca la reseña completa, de todos modos estoy de acuerdo con ella, pero para bien, supongo que se trata de una ironía. Me encantó ese libro de Loriga cuando salió; no obstante recuerdo haberlo leído más como un poemario que como si fuera un disco, eso sí, escuchando el álbum homónimo de Bowie.

            Volviendo al ensayo de Henseler, he encontrado a lo largo del libro un cariño especial por un idioma, una literatura, un país y una juventud en su ánimo de buscar su propia expresión literaria, un deseo de conocer, investigar, buscar fuentes nacionales y externas atendiendo a la capacidad de penetración que desde hace ya tanto tiempo las culturas nacionales experiementan por parte de las del capitalismo dominante. Quizá en algunos pasajes el libro peca de esquemático pero esto siempre aporta datos de interés. Con algunos puntos se puede estar de acuerdo o no pero todo está debidamente argumentado. Lo que más me ha llamado la atención es el hecho de haberme convencio de que no ha habido una ruptura de la literatura de la última década respecto a la de la década precedente, y que en gran medida la literatura de los 90, tan vapuleada y menospreciada (especialmente en ese momento) fue la que tuvo que romper de manera más dástrica y de ese modo arriesgar más que la de hoy en día. Eso no significa que sea mejor, pero el tema del riesgo es algo que el tiempo revalorizará. Los mecanismos de apoyo, de encuentro, de diálogo, de camaradería incluso, que aporta Internet, no existían entonces, salvo la crítica pura y dura de los suplementos culturales, donde la brecha generacional anulaba hasta la posibilidad de defenderse en una minúscula tribuna. Un libro de lectura discontinua pero interesante, que revela un contacto dinámico y despierto de la universidad con el mundo actual, un libro al que la crítica nacional debería echar un vistazo para comprender la literatura como una expresión cultural y no como un campo de batalla donde unos tienen la razón y otros están equivocados.

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