domingo, 26 de noviembre de 2023

Homenaje a Osías Stutman y un poema

 


Casa Amèrica Catalunya rindió un emotivo homenaje al gran poeta Osías Stutman a raíz de su nonagésimo aniversario. En el acto participaron Juan Bautista Durán, su editor en Comba, Edgardo Dobry, Neus Aguado y José Ramón Ripoll. Luego hubo una lectura de sus poemas por parte de jóvenes poetas como Fernando G. Moggia, Paul Sánchez, Luciana Jazmín Coronado, Cristal Rodríguez y Mario Pera, así como un recital musical a cargo de Sandra Rehder y Nico Pérez. Bautista Duran destacó “el giro simpático y guasón” que Stutman daba a sus versos, así como Dobry señaló la capacidad del poeta para hacer convivir en un solo poema elementos que otros poetas no osarían mezclar, como ocurre en el poema “El escritor en el siglo XX”, en el que leemos: “¿Qué soy cuando escribo (poesía)?/ ¿Un espejo? ¿Un soñador? ¿Gogol/ en San  Petesburgo? [ ] Ser Dante o Virgilio es difícil/ decisión y nadie nos permite ya/ ser los dos. [ ] Es como el único ladrido que oí en el despierto africano. [ ] Es olor de cebolla/ bajo las uñas y que dura días.” Nadie se atrevería a compaginar, decía Dobry, a Gogol, Dante, Virgilio, el desierto africano y el olor a cebolla. Nadie excepto Stutman. Seguidamente recordó sus orígenes poéticos como parte de la generación del 60, a la que a su vez pertenecen Pizarnik, Olga Orozco, Juan Gelman o Paco Urondo. La dictadura lo invitaría a marcharse y entonces se produciría aquello que daría lugar al poeta que es hoy, el biólogo miembro de numerosas sociedades científicas norteamericanas, que a punto estuvo de ganar el Nobel, cosa que según Dobry, a modo de chascarrillo, creería, de no ser Stutman poeta, y que volvería a la poesía a edad tardía, en los años noventa, en Barcelona, lleno de un envidiable entusiasmo juvenil, y con una mochila cargada de vivencias, reconocimientos en el campo científico y, sobre todo, lecturas. Algunos lo recuerdan en los recitales “repartiendo fotocopias de sus versos”. Yo particularmente lo recuerdo en los Martes poéticos, celebrados en Casa del Llibre hace ahora una veintena de años, junto con Carlos Vitale, Concha García, Cinta Montagut, Enrique Badosa, Esther Zarraluki y Daniel Najmías, traductor y editor de The Barcelona Review, revista en la que luego lo sucedí y donde publicamos “Poemas con palabras inglesas” en el número 25 (Ahora reunido en el segundo tomo de su obra completa en Comba) y años después, una selección del propio autor de 44 cuartetas, una reseña y una entrevista por parte de Cinta Montagut. Volviendo al recital, Neus Aguado recalcó que el trabajo de Osías Stutman se caracteriza por ser inclasificable dentro de la poesía que se ha escrito en España en estos años y por tratarse de una obra surgida de voces filtradas por la madurez y su relación con la ciencia. Destaca también su generosidad y las notas y agradecimientos a tantos de sus compañeros, por citar algunos: Nora Cateli, Vila-Matas, Ana María Moix o Alandra Pizarnik. Juan Ramón Ripoll reconoce que los poemas reunidos en el segundo tomo de la antología, El mar de Bohemia, le parecen más abiertos que los del primer tomo: «Concebidos por encima de normas métricas y retóricas que impiden la expresión adaptada al ritmo interno del poeta, que tiene que ver más con su respiración natural. Es curioso que el autor utilice visualmente la estructura clásica, cuando abrimos un libro de Stutman decimos “esto es un soneto”, “esto es un tercero encadenado”, pero si nos fijamos los endecasílabos no son endecasílabos, aunque él los separe, por medio de encabalgamientos. De su respiración natural establece una prosodia distinta a la que nos plantea esa visualización.» Ernesto Escobar Ulloa






 

 

         El olvido 

         

         Esa gran guerra no es nada

         ya, terribles son las de ahora,

         y las de antes. Tontas cosas

 

         de hombres, como espetan 

         los empleados de nuevo

         gobierno sin memoria de Caudillos

         y los otros de ahora. Sin recuerdos ni culpa

         escuchan el intestino hablar vacuo.

 

         Los obuses del olvido, explotan

         sin hacer ruido, apenas humo

         y después todo sigue igual.

 

         Enlaces:

 

Celebramos a Osías Stutman a sus noventa años.

Video de YouTube en el canal de Casa Amèrica Catalunya:

https://youtu.be/LNWcRoiukOE?si=XFLHLO2XdTUI2TBd


En The Barcelona Review:

 

“Poema con palabras inglesas”, de Osías Stutman   

https://www.barcelonareview.com/25/s_os.htm

 

Osías Stutman: Ciencia y literatura

Entrevista de Cinta Montagut

https://www.barcelonareview.com/64/s_ent.html

 

Poemas de 44 cuartetas, selección del autor

https://www.barcelonareview.com/64/s_os.html

 

Reseña de 44 cuartetas, de Cinta Montagut

https://www.barcelonareview.com/64/s_resen.html#3

 

Osías Stutman en editorial Comba

https://editorialcomba.com/autor/osias-stutman/

 

 

 

miércoles, 17 de mayo de 2023

Reseña “de Historia de mi lengua” de Claudia Apablaza

 


Tierra inhóspitas 

 

Historia de mi lengua

Claudia Apablaza

Ediciones Comisura, Madrid, 2023.

 

 

“Es verdad que unas millas a la derecha la lengua es dialectal y que noventa pisos más arriba, es incomprensible”, escribía Borges en el cuento de Ficciones “La Biblioteca de Babel”. En el caso de Claudia Apablaza, a propósito de su último libro, Historia de mi lengua, unas millas a la derecha, dependiendo del grado de inclinación de la tierra, podría ser Mendoza, Argentina, y noventa pisos más arriba, con un poco de imaginación, España. Borges no se equivocaba, unas millas hacia cualquier dirección las lenguas varían, los acentos, las entonaciones, el vocabulario, la jerga, los modismos, etc., cualquier rasgo podría indicar que el habla es otra.

 

El libro que nos corresponde reseñar, y que podría ser una ficción, un reportaje, o unas memorias -de eso se trata justamente, de su naturaleza híbrida- toma la lengua en su doble significado, como órgano de la boca y como habla, lenguaje, idioma. Nos detendremos más en lo que concierne a lo dialectal. 

En gran medida es la boca en sí el disparador del relato, cuando la voz autodiegética arranca rememorando el día que entró al consultorio del ortodoncista para un tratamiento dental. El tratamiento en cuestión repercute en su manera de utilizar el lenguaje y es a partir de ahí que se inicia una reflexión, desde diversos ángulos, desde la memoria, desde la literatura, desde lo cotidiano, desde lo bibliográfico o desde el psicoanálisis. Respecto a la escritura, podría pensarse entre líneas en una de las cuestiones que aborda todo escritor frente a la obra: ¿ha de escribir como habla o no? Lo que hace Claudia Apablaza según los editores o críticos varones son solo “artefactos. Experimentos. Balbuceos.” El balbuceo ya podría remitir a fragmento. 

.

“En el primer año de universidad, éramos dos mujeres en el curso las que veníamos de Rancagua. [ ] Algunos se burlaban de nosotras, otros intentaron ser parte de esa habla. Nos imitaban.” 

 

 Dado que el habla cuenta también con prestigio y que el prestigio lo da el poder económico, el español cuenta con varias zonas de influencia normativa, que por lo general suelen ser las capitales. De ahí tenemos que la norma del español peruano, la forma que los hablantes perciben como correcta en el Perú es la del español de Lima, así como los argentinos podrían tener la misma percepción frente a Buenos Aires. Esos focos propalan a través de los medios de comunicación de masas una forma dialectal percibida como normativa. El libro de Claudia Apablaza habla de este enfrentamiento entre la periferia y el centro, que en el ejemplo anterior podría ser Santiago de Chile, como norma, y en otros España, más concretamente Madrid. De ahí que más adelante escriba:

         “Desde que llegue a vivir a Madrid, intento neutralizar lo que más puedo las palabras. Intento no decir «guagua», «chao», «confort», «lápiz», «celular», «computador» [  ] Actúo como mi propia colonizadora.” 

         Frente a la norma madrileña se produce este sentimiento de “Ser colonizado” mientras que frente a la norma santiaguina es el del “Ser periférico”, fuera del centro. En todo caso es una cuestión de prestigio. Por otra parte es muy interesante el uso del verbo “neutralizar”, que dispara la pregunta de si realmente existe aquello que se da en llamar “español neutro”. 

A este respecto cabe citar El árbol de la lengua de Lola Pons: “No importa de dónde seas: tú hablas un dialecto. Todos hablamos dialecto: la presentadora de los informativos, al terminar su locución, habla un dialecto; el mejor de los escritores  y el más cutre de ellos hablan un dialecto.”

Aunque Borges escribiera que unas millas “a la derecha” (otra de sus bromas) la lengua es dialectal, en el fondo no estaba diciendo prácticamente nada, ni existe la derecha, en todo caso sería el este, y toda habla es de por sí dialectal.  Quizá lo que quiso decir es que toda lengua al contar con un prestigio, cuenta también con un prejuicio, de ahí la connotación negativa de lo dialectal; según Pons: “Toda lengua, pues, se materializa a través de dialectos”. Pero remarcábamos la posibilidad de la neutralización y sobre ello señala: “Hay también una especie de dialecto no marcado al que tienden todos los hablantes, que se considera prestigioso, se enseña escolarmente y se usa de forma oficial: es la variedad o dialecto estándar, pero este no es materno de nadie, aunque todos lo conozcamos. Tampoco ese estándar es estable ni homogéneo: en el propio español, hay distintos estándares según las zonas, y dialectos que se acercan o alejan más de esas formas prestigiosas.” 

En cuanto a lo de “Actúo como mi propia colonizadora” cabría puntualizar la complejidad del tema. La propagación del castellano por los órganos de poder durante la conquista de América y la política de la Iglesia en su afán evangelizador tuvieron sus rifirrafes. Al principio, como recuerda Rafael Lapesa, prevaleció la imposición castellanizante, pero en 1580 Felipe II “dispuso que se estableciesen cátedras de las lenguas generales de Indias y que no se ordenasen sacerdotes que no supieran las de su provincia; en igual sentido se pronunció en 1583 el tercer Concilio Limense. [ ] Los (jesuitas) que regentaban las colonias del Paraná, al sureste del Paraguay, evitaron cuidadosamente el español para que los indios no contrajesen los vicios de la civilización europea. [ ] La contienda prosiguió hasta que en 1770, expulsados ya los jesuitas, una real Cédula de Carlos III impuso el empleo del español.” Pero no es menos cierto que la imposición del castellano como única lengua legítima fuera un asunto exclusivo de la colonia, como afirman Virginia Zavala y Michele Back en Racismo y lenguaje, “se inició con la dominación política de la España colonial” sin embargo “fue reforzada luego de la Independencia para mantener los privilegios de los descendientes de los colonizadores europeos asentados en esta región. [ ] Este imaginario homogenizador -factible sólo si se mantiene una realidad heterogénea- recreó, a su vez, relaciones de dominación lingüística”. 

Claudia Alablaza más allá de estas matizaciones entroncaría con lo que afirmara Bordieu, que lo que aprendemos del lenguaje son en resumidas cuentas sus condiciones de “aceptabilidad”. Dicha característica en el libro de Apablaza resulta variable e invita a reflexionar acerca de nuestra propia lengua. La autora no solamente plantea la oposición entre el habla de Rancagua y el habla de Santiago o la norma chilena frente a la norma española, sino las oposiciones entre las diferentes hablas de América y otras oposiciones en el marco de lo doméstico, incluso familiar (cuando su propia hija, que va al colegio en España, se atreve a corregirla) y a veces hasta en el campo íntimo, personal, cuando uno piensa o se piensa.

Esta es la propuesta de este libro, la toma de conciencia del lector respecto a su propia lengua como entidad con la que, pese a las apariencias, mantenemos una relación en permanente conflicto. Podría parecer un hogar pero se asemeja más a un territorio inhóspito en el que nos movemos siempre a tientas. 

Ernesto Escobar Ulloa

 

miércoles, 31 de enero de 2018

Próximamente entrevista a Daniel Mella por su novela El hermano mayor


Entrevista a Andrea Jeftanovic


“Toda política tiene una hebra humana” (Andrea Jeftanovic)
Norman Lewis escribió en Un dragón latente, sobre sus viajes a Camboya, Laos y Vietnam, que «debajo de nuestros ojos se perpetraba la violencia, pero nosotros estábamos casi tan despegados de ella como de la historia». En Destinos errantes (Editorial Comba, 2016) la escritora chilena Andrea Jeftanovic se propone acercarnos a la historia y sus escenarios, en los que en ocasiones se oye todavía el eco de la violencia. Se puede percibir el legado de sus maestros, Sebald, Benjamin o Lispector, en esa mirada atenta a realidades múltiples y complejas, en el tratamiento del material narrativo —fotografías, libros, graffiti— y las fuentes. Es el reencuentro del yo consigo mismo y el choque entre lo exterior y lo interior, de donde emerge la literatura y, por qué no, aquello que llamamos realidad. Deambulamos por conflictos como el palestino-israelí o la guerra de los Balcanes. Nos acercamos a autores como Watanabe o la propia Clarice Lispector. Salimos de librerías, cruzamos aduanas, atravesamos túneles que salvaron vidas en medio del horror.
Destinos errantes es la segunda publicación de Jeftanovic en España, después del libro de relatos No aceptes caramelos de extraños(Editorial Comba, 2015). Conversamos con ella en la Librería La Central de Barcelona.

¿Por qué insistir en el género, la crónica? 
Porque no es puro, creo. Me interesó trabajar algo que yo llamaría crónica ficcional. Tiene algo de relato y algo de crónica. Me interesan mucho los géneros que son híbridos. Sentí que era lo natural para este libro. Hay ensayo, hay crónica, intertextualidad, hay entrevista. Pensé en un género híbrido que me permitiera reunir todos los materiales heterogéneos de esas crónicas de viaje que parten de lecturas, de experiencias de haber ido, de regresar, de conocer gente, de entrevistarla. Después me di toda la libertad para ensamblar esos materiales como autora.

Como autora que se desenvuelve como escritora, que escribe literatura.
Claro, no como periodista. La definición es difícil porque no es una crónica periodística, de haber ido a un lugar y haberlo tratado desde lejos. Tiene mucho que ver con una cosa creativa, de generar una poética. Yo no siento tanta diferencia en el modo de escritura de los relatos del libro anterior y de éste, como que sigo siendo yo, como autora. Me interesa la creación, la escritura literaria, artística.

¿La crónica te permite llevar algo hacia tu narrativa?
Sin duda. Para mí podía ser un libro de cuentos. Ahí están las imágenes visuales que me interesaba trabajar. Hay cierta escritura de prosa poética que es difícil de narrar, como cierta belleza en situaciones muy difíciles. La narración coral aquí está más acentuada, hay muchas voces que voy ensamblando. Otra cosa que me ha hecho repensar el género es que la realidad es insuficiente. Estamos tomando un café y conversando, pero hay muchas más cosas. Hay una tradición del relato de viaje que sólo cuenta lo que ocurrió, lo que se vio, y los seres humanos tenemos muchos planos de realidad: lo soñado, lo imaginado, lo temido… Y me interesó unir todos esos niveles. El viaje no es esos diez días que fuiste a un lugar, es mucho más complejo que eso. Hay viajes que parten mucho antes, en una biblioteca. Y después de la experiencia acotada del viaje, hay un momento para reescribirlo, organizar esa experiencia, repensarla en un tiempo lento, más extenso y reflexivo. Me interesó mucho trabajar eso. El viaje es mucho más que la experiencia de con quién conversaste y qué lugares viste. ¿Qué quedó pendiente? ¿Qué te pasó internamente? ¿Qué te llamó? ¿Qué no pudiste hacer? Lo deseado, lo censurado, lo vivido, lo imaginado, lo vivido por otros y cómo te apropias de eso.

Una vez que tienes todo el material sobre la mesa, ¿qué te da el punto de partida para empezar a escribir? 
Qué difícil. Trabajo de un modo bien rizomático. Muchas veces despliego varias páginas, de varios materiales, en archivos distintos, y luego viene el momento del ensamblaje, que para mí es muy interesante, porque hay cosas que aparentemente no tienen nada que ver y comienzan a ensamblarse, de un modo un poco misterioso y también por voluntad.



Entrevista completa en Eñe

lunes, 20 de octubre de 2014

jueves, 10 de julio de 2014

EN PORTADA: Xavi Ayén. "Aquellos años del boom"

"¿Por qué no existe una biografía del Boom? La busqué, y como no existía, la escribí yo"
Vídeo-entrevista en http://www.canal-l.com 

 Entrevista y fotografía: Ernesto Escobar Ulloa  ©  2014

domingo, 22 de junio de 2014

Tomás Browne. "Las semillas de Urano". Reseña y selección de poemas.


En Las semillas de Urano, su cuarto poemario, recientemente publicado por la nueva editorial Comba, Tomás Browne se aventura por los caminos de la Grecia antigua, se adentra en su mitología, como en una selva, y, de rebote, porque el mito suscita la reflexión, en la filosofía clásica. El profundo legado que ambas nos han dejado, como base de la civilización tal y como la entendemos, su paso a través de las diferentes épocas de nuestra historia, y su pervivencia y legitimidad, entre las nebulosas de la postmodernidad líquida, en el inconsciente colectivo, quedan representadas aquí como un organismo vivo. Se dirá que una obra que apela al pasado o a la tradición carece del componente de modernidad necesario para interesar al presente. Nada más errado. Ya Gilles Lipovetsky, que sabe mucho de esto, señaló: "Cuanto más se entregan nuestras sociedades a un funcionamiento-modo concentrado en el presente, más acompañadas están por una vaga memoria de base. Los modernos querían hacer tabla rasa del pasado, nosotros lo rehabilitamos; si el ideal era abandonar las tradiciones, ahora recuperan la dignidad social. Al exaltar el más mínimo objeto del pasado, al apelar a los deberes del recuerdo, al reactivar las tradiciones religiosas, la hipermodernidad no está estructurada por un presente absoluto, sino por un presente paradógico, un presente que no deja de exhumar y "redescubrir" el pasado." Este redescubrimiento pasa por Browne como por un filtro, que extrae de la tradición clásica el mundo de las ideas pero para situarlo bajo la lente de la lógica dialéctica; es su confrontación y la vigencia de esta en la cotidianidad más mundana lo que al poeta le interesa. Por ejemplo: la confrontación platonismo-aristotelismo, encarnada en el debate de la razón frente a los sentidos o la antítesis "apariencia-realidad":

                    "Pero las palabras la apariencia, y los corazones nos distraen
                    con su publicidad
                    Son el ritmo de una musculatura en el siglo, de yoga y
                    consumismo." ( "VI" )

          O la dicotomía Eros-Tánatos; la desenfrenada búsqueda del placer carnal por parte del individuo contra el hombre en sociedad ante su destino fatal, o lo que es lo mismo, la lucha entre el principio del placer y el principio de realidad que en nuestra historia literaria tiene un antecedente claro en el Arcipreste de Hita y el Libro de Buen Amor:
               
                 "No sé si el sonido en nosotros sembró la locura
                 Pero por cierto la locura sembró el amor." ( "I" )
      
          La propia actividad creativa, la escritura, en el poema "El olimpo", podría estar hablándonos de varias temáticas en una, como la distinción: prosa-verso o novela-poesía, grandes personajes frente a personajes pequeños, la épica frente a la lírica, el arte mayor frente al arte menor, el mester de clerecía frente al mester de juglaría":

                    "Es el poeta épico el que es impropio, revestido de poderes,
                    Y es la punta de la pirámide donde las paralelas se juntan,
                    Donde el incesto, las violaciones, torturas y el regalo
                    Son explicaciones sin razones, que son la razón del poeta
                    Lírico, propio, cantándose a los pies del Olimpo." ("Olimpo")

              Esta continuas oposiciones llegan hasta el propio cuerpo, para concebirlo como campo de batalla en el mito del andrógino:
               
                   "Lo mataste con sangre en el ojo turnio,
                   Maldiciéndolo, se lo devolviiste a la luna llena
                   Y maldiciéndola devino en una media luna
                   Para que entendieras que tu otra mitad
                   No es el espejo que buscas a tientas." ("Andrógino")

Tomás Browne es uno de esos poetas que confía en la poesía como medio de llegar a otra especie de entendimiento. La poesía en sí misma representaría ya no un lenguaje sino un idioma, una lengua gracias a la que somos capaces de repensar el mundo e iluminarlo desde otra perspectiva, con otros ojos, con otra mirada. En Browne la palabra poética recobra toda su fuerza, su carácter, para volverse acontecimiento, verdad. Para muestra hemos seleccionado los siguientes tres poemas del libro. Solo añadir que se trata de una edición muy cuidada, de una presentación impecable en cuanto a la maquetación, el tipo de papel y el tratamiento de los textos y las ilustraciones a cargo del propio autor. Ernesto Escobar Ulloa


I

No sé si la música de las esferas sembró la razón,
Pero por cierto la razón sembró el odio.
No sé si el sonido en nosotros sembró la locura
Pero por cierto la locura sembró el amor.
No sé cuál es la relación entre el amor y el odio
¿Que el amor ama al odio o el odio odia al amor
O el amor odia al odio y el odio ama al amor?
Pero por cierto la razón es enemiga de la locura
Que aunque quisiera no puede tener enemiga
Por ser loca, y por ser loca ¿es maricona?
Tampoco tiene amigas.

No sé si la música de las esferas tiene la culpa del odio
Pero por cierto es de los dioses que se vengan
Con mucha imaginación, unos con otros, como sus hijos
De nuestras mujeres violadas, nos vengan porque estamos
     locos,
Pero por cierto la locura sembró el amor y les damos perdón
Para Cantarlos con el sonido en nosotros.


Canción para sembrar un poema

Los ríos dirigen sus cauces
Al olvido que siembra orquídeas
En los campos del pasado.

Los árboles entregan sus ramas
A la memoria que labra amapolas
En los campos de batalla.

Los maestros dirigen a sus discípulos
A una idea que siembra narcisos
En el templo de los templos.

Los lobos entregan sus pieles
A las ovejas que esquilan hierbas
En los campos del pasado.

El sol dirige sus rayos
A la calavera buscando su cadáver
En los campos de batalla.

Los dioses entregan sus llaves
Al poeta que siembra poemas
En el templo de los templos.


Nota al pie de las piedras:
La caída o el símil de la abeja

Si la poesía no quiere cantar más, si la palabra o los versos
   mueren.
Si la imagen cree haberle ganado a la palabra misma, en la
   forma de un poema,
Vendrán los mitos y la voz de la escritura encenderán
    nuevas semillas para Urano
Que se propagarán hacia el futuro, y crecerán con la forma de las flores
Que han sido néctar para abejas que mueren camino a ellas,
Desorientadas por el ultra sonido y por la imagen satelital,
Como a oídas los poemas mueren en manos de poetas de
     prensa
Con argumentos y mucha idea, y con ellos el ocaso no
    vuelve atrás,
Pero cruza la tierra por dentro en completa y silente
    oscuridad
Donde se saca del hombro al día, donde purifica a la ciudad,
Donde pierde el horario del día, y reaparece virgen y jovial
    por un instante,
Y es el alba como una copa de cristal que recibiera los
    vinos necesarios
Embriagándose hasta el final, para resbalarse y no decir,
Sino vomitar versos del pasado con imagen y palabra
   vulgar
En la mesa de los amigos, en las cicatrices del poeta.

Tomás Browne
Las semillas de Urano
Editorial Comba, Barcelona 2014



"Como el poeta no sabe su destino, la palabra siempre se le adelanta"
Entrevista en Canal-L a Tomás Browne por su poemario Revelaciones de un cuidador de inicios
I Premio Latinoamericano de Poesía Transgresora Verso Destierro 2012. 


Tomás Browne en el centro con sus editores, Lara Oliveau y Juan Bautista Durán, de Editorial Comba, en la presentación el pasado abril de Las semillas de Urano en Barcelona. Foto: © The Ramblas Project. 

domingo, 15 de junio de 2014

domingo, 8 de junio de 2014

lunes, 3 de marzo de 2014

Vídeo-reseña de "Los provincianos" de Daniel Alarcón

En la vídeo-reseña hablamos de la obra, la nouvelle, la biografía del autor, la ficción dentro de la ficción
y de escritores afines al autor.
Vídeo-reseña en http://www.canal-l.com 

martes, 4 de febrero de 2014

Katya Adaui. "Algo se nos ha escapado"

CICLO: AUTORES PERUANOS (3)
"Ya no tenemos el peso de los grandes padres literarios del Boom"
Vídeo entrevista en http://www.canal-l.com 

 Entrevista y fotografía: Ernesto Escobar Ulloa  ©  2014

martes, 28 de enero de 2014

Susanne Noltenius. "Tsunami y pecera"

CICLO: AUTORES PERUANOS (2)
"Quise retratar la típica dinámica asfixiante en la que se mueve la clase privilegiada"
Vídeo-entrevista en http://www.canal-l.com 

Entrevista y fotografía: Ernesto Escobar Ulloa  ©  2013

lunes, 20 de enero de 2014

Gabriel Arriarán. "Un escritor de culto"

CICLO: AUTORES PERUANOS (1)
"La tragedia de la muerte de Arguedas nos dice algo de la tragedia de ser peruanos"
Vídeo-entrevista en http://www.canal-l.com 

 Entrevista y fotografía: Ernesto Escobar Ulloa  ©  2014

lunes, 30 de diciembre de 2013

domingo, 22 de diciembre de 2013

"La infancia de Jesús" de J.M. Coetzee, Vídeo-reseña por Ernesto Escobar Ulloa

Vídeo-reseña de ¡la novela del año 2013!


"Coetzee podría estar comenzando una etapa nueva 
en la que estaría dispuesto a romper todos los esquemas."
Vídeo-reseña en http://www.canal-l.com


 Producción de Ernesto Escobar Ulloa  ©  2013

lunes, 25 de noviembre de 2013

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Tomás Browne Cruz. "Revelaciones de un cuidador de inicios"


"Como el poeta no sabe su destino, la palabra siempre se le adelanta"
                                           Vídeo-entrevista en http://www.canal-l.com 

Convoluciones

1

Puede ser que Laura sea Aurelia que sean el mismo fantasma
Puede ser que Miriam tenga la sexualidad de Edgard.
Puede ser que Edgard sea el padre de Laura.
Puede que Aurelia haya sido Miriam.
Puede ser que Edgard y Miriam sean padres
            de Laura y Aurelia.
Pero Laura y Aurelia tienen padres diferentes.
Laura es hija de Edgard y Aurelia es hija de Miriam.
Laura y Aurelia son medias hermanas.
Sabemos que Miriam tiene un secreto que no quiere
            destrenzar por nada.
Sabemos que Edgard es culpable de ese secreto.
Edgard es cómplice de Aurelia.
Edgard embaraza a Miriam.
Laura conoce la razón de su padre.
¿Conoce Aurelia la razón de su madre?
Miriam conoce las razones de Edgard.
No puede sopesarse en una historia, dicen ellos juntos.
Nada se oculta con el fin de mostrarse tiempo después.
Los accidentes voluntarios dan vergüenzas
Las matanzas no tienen remedio, dicen ellos juntos.

Nadie quiere reconocer nada.
El dolor es una falsedad que no se reconoce.
El dolor se acaba y la falsedad se hunde.

No hay historia.

No hay Laura, Edgard, Miriam, ni Aurelia.
No hay orden entre ellos.

Así ellos se disuelven.


3

Es ella quien cambia los ritmos bajo el agua
Dándole a los moluscos el sexo virtual, y a las manta-rayas
Una eyaculación prolongada
           como una sinfonía de ángeles.

Es él quien incendia los árboles perdidos en el bosque
Escarchando la hervida sangre de los toros
         y dando a los perros
Un pegamento débil.

Pero la luna reveló a la mujer desnuda
Asemejándose a sus pechos, según como esté
            menguante o llena,
Y al hombre lo reveló como lobo,
            porque la luna es un testículo
Que le llena los testículos al hombre con su semen
            más etéreo.

Poemas extraídos de:
Revelaciones de un cuidador de inicios
Tomás Browne Cruz
Versos destierro, México, 2013
Ganador del I Premio Latinoamericano de Poesía Transgresora Verso Destierro 2012



Entrevista y fotografía: Ernesto Escobar Ulloa  ©  2013

martes, 22 de octubre de 2013

martes, 15 de octubre de 2013

lunes, 16 de septiembre de 2013

Jorge Carrión, "Librerías"

1ª parte: "La librería por naturaleza debe ser plural"
2ª parte: "Cuando un librero se enamora de un autor se convierte en su gran embajador"
Entrevista en dos partes al finalista del Premio Anagrama de Ensayo 2013
Vídeo entrevistas en http://www.canal-l.com 


Entrevista y fotografía: Ernesto Escobar Ulloa  ©  2013



domingo, 7 de julio de 2013

El toro por las astas. Reseña de "Comandante. La Venezuela de Hugo Chávez" de Rory Carroll

Comandante
La Venezuela de Hugo Chávez
Rory Carroll
Traducción de María Tabuyo y Agustín López
Sexto Piso, Madrid, 2013

Esta crónica tan exhaustiva, que da cuenta de la figura de Hugo Chávez desde tan distintos ángulos -los personales, los políticos- que recoge testimonios tan diversos de personajes cuyos grados de implicación con el gobierno podrían cubrir todos los espectros, que visita los escenarios donde repercutieron las medidas de la revolución bolivariana, desde las tierras de la reforma agraria hasta las lujosas oficinas de PDVSA, por momentos parece la crónica de un desastre anunciado, el guion de una película que ya hemos visto muchas veces, esta historia repetida nos sitúa ante algunas de las interrogantes cruciales hoy en día en el continente, la principal de ellas: ¿habrá sido Hugo Chávez la última encarnación del líder redentor latinoamericano? ¿Habrá concluido con él la larga estirpe de gobernantes populistas erigidos a sí mismos como salvadores? Recordemos que según Marx, los grandes hechos de la historia ocurren dos veces, la primera como tragedia, la segunda como farsa. Esa farsa es lo que estos gobernantes escenifican en el marco de la lucha por el poder, ya sean de derecha o de izquierda, demócratas o dictadores, ponen un sainete en escena borroneando, rehaciendo o reinterpretando la historia. Su objetivo: polarizar la sociedad. En un episodio del libro, leemos: "Una y otra vez los adversarios mordían el anzuelo. Arremetían con las venas a punto de estallar y los rostros retorcidos por el odio y la rabia, para asfixiar a su hostigador. Era una trampa que dejaba a la luz su arrogancia, su poder económico y su sensación de derecho a todo. Obligados a escoger entre el comandante y unos aristócratas de caras orondas, la mayoría de los venezolanos -es decir, los más pobres- escogían al comandante. ( ) De este modo seguían arremetiendo y, elecciones tras elecciones, seguían perdiendo." (p. 118)

En común tienen el don de capitalizar el descontento, poseen un gran carisma, surgen de escenarios desesperados donde la receta de la salvación pasa ineludiblemente por la recuperación de la soberanía, por devolverle al pueblo la honra que le ha sido arrebatada por un entripado entre la oligarquía y los yanquis, responsables del saqueo del país, cosa que por otra parte tampoco dista tanto de la realidad. Se le ha dado en llamar idealismo arielista: en el choque de dos mundos, el vacío espiritual del capitalismo (Estados Unidos) representaría la barbarie, en contraposición con la espiritualidad cristiana latinoamericana, que representaría la civilización. La realidad apocalíptica de la miseria, el hambre, la mortandad y la delincuencia hace el resto, propicia la sensación de fin del mundo, mantiene subyacente en el inconsciente colectivo la promesa de la llegada del mesías, que como en el libro de San Juan, acabará con el Anticristo para reinar mil años; se le da en llamar milenarismo o mesianismo. La primera encarnación que funde el héroe carlyleano (las biografías de los grandes hombres bastan para contar la historia de los pueblos) con el ideal marxista es Lenin, a quien le suceden Stalin, Mao y Fidel.

Sin embargo, América latina ha ido quemando etapas, el destacado prologuista de este libro, Jon Lee Anderson anticipa en qué contexto se produce la revolución bolivariana: "Los intentos de Chávez de llevar adelante la colectivización y la reforma agraria parecían mal planeados y, en cierto sentido, anacrónicos, de igual modo que él mismo parecía a menudo un vestigio de épocas pasadas, cuando América latina estaba dominada por caudillos obcecados y había una guerra fría en un mundo claramente polarizado."

Anacrónico y caudillo, una conjugación que por increíble que hubiera parecido vivió y coleó a sus anchas durante 14 años. No obstante no olvidemos que a la vez que Chávez era anacrónico también fue un líder de su tiempo, incorporó innovaciones a la figura del cacique tradicional, modernizándolo, postmodernizándolo, ya no solo por asumir la época que le tocó sino por el cariz de audacia, de ingenio y si cabe hasta humorístico que revestía al personaje. Peroratas de más de 9 horas las habían padecido los auditorios de Fidel Castro, la diferencia con Chávez era que ahora había que aguantarlas por televisión, en su programa "Aló, presidente". Bueno habría sido que la labia quedara en meras palabras, pero los venezolanos vieron a diario a su presidente despachar en directo. Entre el público, ministros peleles, aplaudiendo y adulando atónitos cualquier disparate, como que "el capitalismo podía haber acabado con la vida en Marte", o que el caballo blanco del escudo de armas de la nación debía galopar hacia la izquierda en vez de a la derecha o que los relojes debían retrasarse media hora para que los niños y trabajadores se levantaran con la luz del día.  Según Carroll: "Un ministro necesitaba dominar tres técnicas. ( ) La primera: el equilibro entre la quietud y el movimiento. No se esperaba que sugiriera una iniciativa, resolviera un problema, anunciara buenas noticias, teorizara sobre la revolución o expresara una opinión. Éstas eran tareas que correspondían al comandante. ( ) La segunda técnica era la adulación. Quienes dominaban el juego eran generosamente recompensados." Si el comandante llevaba rojo, los ministros también. Un día que el comandante lució una camisa amarilla, quejándose de que "había demasiado rojo", se quedaron descolocados sin saber qué hacer. "La tercera técnica era moldear el rostro como una máscara, disponer los rasgos en las expresiones apropiadas cuando se estaba ante las cámaras o en el campo de mira del comandante." Otra historia bien conocida, los líderes autoritarios suelen situar en puestos clave a personajes cuyos méritos no están a la altura, de este modo mantienen un poder totalitario con marionetas dóciles cuya única función es servir al líder sin objeciones. Una excepción, el ministro de defensa Raúl Baduel, que se opuso a que las Fuerzas Armadas abrazaran el socialismo y celebraran el Golpe de Estado del 92, en el que él mismo participó. Chávez le bajó el dedo. Los servicios secretos se encargaron de embarrar su imagen. Una mañana se publicaron en los periódicos unas fotos, desnudo en una cama, al parecer masturbándose con una muñeca. Pero aún le quedaba una vida política a Baduel, instó al No en el referéndum de 2007 pero la oposición no lo invitó a sus filas, y lo dejó aislado. Carroll relata su final: "En noviembre de 2008 los fiscales militares acusaron a Baduel de robar catorce millones de dólares del presupuesto de defensa". Hasta el día de hoy, quien fuera amigo de Chávez en la adolescencia y en el cuartel, sigue preso.

Otra historia resabida, la defenestración y el escarmiento a través del control de los servicios secretos, los medios de comunicación afines y un aparato de justicia envilecido por los favoritismos y las recompensas para destruir la imagen y la vida de los opositores. Algo de lo que la escuela cubana sabe más que nadie en el continente. Fue el golpe fallido de 2002 lo que tiró a Chávez en brazos de los cubanos. "Fidel Castro había soñado durante mucho tiempo con vincular a Venezuela y su riqueza petrolera con la revolución cubana". Un analista de la sala, la oficina de información del presidente en Miraflores, declara para Carroll en el anonimato: "Los cubanos nos absorbieron."Carroll recoge el episodio: "Una mañana bajó a la sala y se encontró con unos extranjeros de acento cubano. Sus nuevos jefes. El servicio de inteligencia cubano, G2, había frustrado innumerables complots contra Fidel durante décadas. Estaban entre los mejores en la materia. La sala del comandante en cambio no había logrado prever el golpe. ( ) Pero entonces vi su estrategia: apartar a Chávez del público, manipularlo, alimentar su inseguridad, encontrar pruebas de complots de asesinato, de traiciones. Convertirlo en un paranoico." Nuevamente una historia repetida, los aventureros del poder acaban volviéndose los títeres de los verdaderos zorros, fue lo que le pasó a Alberto Fujimori con Vladimiro Montesinos que con la excusa de que su vida corría peligro, lo aisló, lo secuestró y se enteró de todos sus secretos con el fin de convertirlo primero en un reo y segundo en su títere. "Mientras Chávez mandaba noventa y cinco mil barriles de petróleo diarios a Cuba, apuntalando su economía, Fidel enviaba veinte mil médicos, enfermeras y otros especialistas cubanos a los barrios de Venezuela." Esto hizo que los índices de popularidad de Chávez se recuperaran de modo que cuando se celebró el referéndum de 2004 obtuvo una victoria arrolladora. Los informadores entonces le advirtieron: "¡Golpee ahora, señor! ¡Aplaste lo que queda!" La llamada lista Tascón de los firmantes del referéndum revocatorio quedaron expuestos y Chávez se vengó: "Eso formalizó la división del país. Los herejes, a un lado de la línea, los creyentes, al otro. El gobierno y las oficinas del Estado la usaron para purgar a los firmantes de la nómina estatal, para negar empleos, contratos, préstamos, documentos, para acosar y castigar, para hacer sectarismo oficial. La gente quedaba sin su medio de vida e iba a la bancarrota. El miedo se apoderó de las personas que habían firmado, luego se extendió a sus familiares." Lo mismo que pasó en la cortina de hierro durante la Guerra Fría, lo que le enseñaron los servicios secretos de la ex Unión Soviética a los cubanos.

No porque todo resuene el libro deja de ser una fuente inagotable de placer, los entresijos del poder están contados con excelente pulso narrativo, así como bien documentados. Lo que me lleva a reflexionar nuevamente sobre cómo la narrativa del poder se está convirtiendo en un mero entretenimiento, ocurre con el seguimiento de la corrupción en la prensa y los informativos, que de pronto compiten con las series, los realities o la telebasura y el interés despierta y se apaga según la narrativa pase por momentos álgidos o bajos o entren en escena nuevos acontecimientos con los que competir en audiencia.

Hay una responsabilidad no asumida por un amplio sector de la izquierda democrática que por conveniencia, oportunismo, cálculo político o simplemente por conservar la pose antiimperialista o antisistema, es condescendiente con personajes de la izquierda populista y autoritaria como la de Chávez, hoy la de Maduro, Correa o Daniel Ortega, cuyos abusos y atropellos no condenan, o lo hacen con la boca pequeña, o los justifican como respuesta al acoso que tales países sufren por parte de las grandes potencias. Caen así en el juego de la polarización que dichos gobernantes avivan, temen que su reputación quede mancillada a la menor crítica, que se les tache de imperialistas, capitalistas, revisionistas, vendepatrias, pitiyanquis, burgueses, de derechas, y toda la larga serie de invectivas de la izquierda ortodoxa. Solo esa tibieza sigue dando vida y perdonando a los sátrapas, solo el cálculo que invita a callar, a mirar a otro lado, a hacerse el loco, y a defenderlos cuando se propasan permite que millones de ciudadanos sigan siendo víctimas del totalitarismo y el abuso de poder, excluidos de oportunidades e insultados por una demagogia hipócrita que tacha al enemigo de las propias prácticas. Un buen ejemplo sería la actual crisis de espionaje desatada por Snowden. Que Venezuela, Ecuador y Nicaragua sean los adalides contra el espionaje norteamericano es una broma de mal gusto, cuando ellos persiguen periodistas, acosan medios de comunicación, coaccionan a sus ciudadanos y patean el tablero cada vez que han de ser reelegidos. No digamos Cuba. Dejar de ser tibios y coger al toro por las astas, enfrentándolo, oponiéndose a los desmanes con resolución podría afianzar el juego democrático y acabar con la dicotomía entre revolución y democracia por la pluralidad de una democracia representativa.

Hoy en día el mundo no es el mismo que el de hace 5 años siquiera, la hiperconsciencia de los pueblos, incluso de los países más desarrollados, de que los gobiernos son todos corruptos y que el poder lo es por naturaleza, está repercutiendo en la relación de este con los ciudadanos. La llama ya no prende el fuego de la revolución como vaticinaban el Che Guevara o Abimael Guzmán, sino el de las protestas civiles que demandan una democracia más representativa, unos servicios eficientes de sanidad y educación, una independencia en la toma de decisiones frente a los grandes imperios económicos, y esto ocurre tanto en Brasil como en Egipto, España, Grecia, Marruecos o Estados Unidos. Pronto comenzará a ocurrir en el continente americano y tal vez la interrogante de la que hablaba al principio pase a ser historia, aunque como ya sabemos, nada más incierto que la historia de la humanidad. Ernesto Escobar Ulloa

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